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miércoles, 22 de junio de 2011

En el Cereso de Cholula

Desde 1991, Marcela Torres Aguirre ha trabajado su predio de una hectárea y media ubicado calle de las Flores s/n en Coronango, Puebla, se lo compró a su hermana Petra quién a su vez lo compró a su mamá. El predio ha estado en la familia desde 1958.

Su nuera, Lidia, le pidió le regalara un pedazo para construir su casa. Cuando empezaron los trámites para que el contrato privado de compraventa se convirtiera en escritura pública, les notificaron que el terreno tenía dueña: Isabel Coyotecatl Coyotecatl sin embargo Marcela no conoce a Isabel y jamás te vendió un centímetro de tierra.

LA HISTORIA

Teodoro Robles es un anciano quién dice haber comprado el terreno a Marcela Torres Aguirre mediante un contrato privado de compraventa firmado ante el Juez de Paz de Ocotlán. Se supone que llevó el contrato al Registro Público de la Propiedad de San Pedro Cholula y obtuvo el registro. Posteriormente se le ocurrió a don Teodoro venderle el predio a Isabel Coyotecatl quién a su vez lo vendió a la constructora Esphabit en siete millones de pesos.

Un día le avisaron a doña Marcela que su terreno, sembrado de frijol, estaba siendo invadido por unas personas. De inmediato acudieron ella y sus hermanas Petra y Cirila y sacaron a los invasores. Las hermanas se unieron para defender lo que saben que es suyo, ninguna de ellas sabe leer ni escribir, la mayor tiene 65 años y la menor 55 años.

La constructora Esphabit, propiedad de Alejandro Vargas Barroso, Presidente de CANADEVI Puebla, demandó a las tres hermanas por despojo con violencia diciendo que son invasores y que la misma constructora tenía la posesión, cosa que jamás sucedió

En el Registro Público de la Propiedad de San Pedro Cholula no existe el contrato privado de compraventa por medio del cuál Teodoro adquirió el terreno que le vendió a Isabel Coyotecatl. El notario Geudiel de Huejotzingo lo ha de tener, pero nadie lo ha visto. Don Teodoro dice que él sólo hablará delante del juez, si es que éste lo obliga. Doña Isabel no quiere declarar, el dueño de la constructora Esphabit, Alejandro Vargas, se dice sorprendido pero que nunca demandaría a Isabel a pesar de los siete millones que ha perdido. Dice Alejandro Vargas que compró el terreno de buena fé…. ¿Pero a quién?

Petra y Marcela están en la cárcel en San Pedro Cholula desde febrero de 2011- Diariamente las visitan diferentes personas amenazándolas con la cárcel eterna si no firman la sesión de derechos a favor de la constructora. Ellas se saben dueñas y no ceden. Cuatro abogados han obtenido recursos $ de las demandadas pero no se ha logrado su libertad: Para la justicia son culpables, de los cuatro abogados ninguno ha procedido en contra de la escritura tirada por Geudiel en base a un contrato privado de compraventa que no existe, tampoco en contra del juez penal de Cholula que fijó una fianza de veinte millones a cada una de las detenidas, por los daños ocasionados a un terreno valuado en veinte según los constructores, que no sufrió daño alguno. Si alguien ha sufrido daños es Marcela porque la constructora mandó a hacer tremendas zanjas para expulsar a los “invasores” y acabó con el frijol sembrado.


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