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viernes, 11 de abril de 2014

La pesadilla de los ejidatarios: de "Tierra y libertad



Tierra y Libertad, 

La pesadilla de los ejidatarios mexicanos en el siglo XXI




José Vasconcelos, Francisco Villa, el presidente de la República Eulalio Gutiérrez y Emiliano Zapata durante una comida en el Palacio Nacional, Ciudad de México, diciembre de 1914. Sinafo-Fototeca Nacional INAH.



Al entregar parcelas ejidales a los campesinos sin asesoría 

de negocios, los condenaron a la pobreza... millones de 

personas del campo emigraron a través de los años porque 

la tierra sin agua ni dinero se convierte en carga. 


                                                                                                                                           
Francisco I. Madero acompañado de Emiliano Zapata durante su visita a Cuautla, agosto de 1911. Sinafo-Fototeca Nacional INAH.





Sembrar para el auto consumo garantiza la pobreza.




Los campesinos, ejidatarios, en el mejor de los casos, 

venden sus excedentes a intermediarios que los explotan y

denigran. México, al crear el ejido, condenó a la miseria a su

gente. Ahora que se puede adoptar el dominio pleno y

vender las tierras,  los campesinos son sujetos de más 

explotación, hasta de violencia, cárcel y muerte... 



Los desarrolladores de vivienda, aliados con el poder

político, sellan la tapa de la caja mortuoria que inició su 

manufactura hace años, con la creación del ejido...


Ejemplos en el país hay muchos, las manchas urbanas 

crecen, por unos pesos las autoridades ejidales se venden

dejando en total des-protección a los ejidatarios que sólo

con marchas y plantones logran ser escuchados, pero 

de obtener justicia ni hablamos, esa, la "verdad jurídica" es 

obsequiada a desarrolladores de vivienda,  gracias a

alianzas del poder político con el económico. 



La cantidad de fraccionamientos que se construyen sobre 

los ejidos es alarmante;  inexplicable que los bancos, 

notarios, desarrolladores, etc.,  se presten para consumar 

el despojo. Las hipotecas que otorgan los bancos para la

compra de inmuebles construidos sobre ejidos son un

hecho. 


Claro, los ejidatarios no tienen el poder político para que

sus voces sean escuchadas...



Pobre Zapata, a 95 años de su lucha, tendría que abrir los

ojos y ver como a veces los sueños se convierten, en la 

realidad, en pesadillas para aquellos que creyeron que los

ideales se pueden convertir en armas de lucha para lograr


"Tierra y libertad" 









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